28-03-2024 03:10:13 AM

La nalga? de caperucita a banqueros

SmileDE NALGA A…
Un día una nalga se encuentra deprimida, y le pregunta a la otra: "Oye compañera, si nosotros hemos pasado tanto tiempo juntas, hemos tenido muchas experiencias juntas, nos hemos vestido iguales siempre, hemos pasado frío, hemos pasado penas, siempre juntas, siempre juntas, entonces: ¿Por qué tanto pinche pedo entre nosotras?

 

WinkCAPERUCITA
Iba caperucita por el bosque y llega a casa de su abuelita.

Abuelita: ¿Por que tienes esas orejas tan grandes?

Para oírte mejor.

Abuelita: Porque tienes esos ojos tan grandes?

Para verte mejor.

Abuelita: Por que tienes esa nariz tan grande?

Para olerte mejor.

Abuelita: Por que tienes esa boca tan grande?

BUENO PENDEJA!!!! veniste a verme o a criticarme.

 

WinkDE BANQUEROS
Llega un señor al banco y le dice a la ejecutiva de cuenta:

– ¡Quiero abrir una puta cuenta en este pinche banco!

– Está bien señor, pero en este lugar no se habla de esa manera.

– ¡Me vale una chingada, sólo quiero abrir una reputa cuenta en este repinche banco!

– ¡Señor! ¡Aquí no se habla con vulgaridades!

– Mira, pinche naca: todo lo que quiero es abrir una puta cuenta.¿Entendiste, pendeja?

La ejecutiva de cuenta va por el gerente del Banco quien le pregunta al señor:

– ¿Qué se le ofrece?.

– Mire señor me acabo de sacar la pinche lotería, mas de 850 millones de cabronsísimos pesos, ¡y todo lo que quiero es abrir una puta cuenta en este pinche banco de mierda!

El gerente responde: – ¿Y esta pendeja , hija de su pinche madre, lo esta  molestando?

 
SmileMUJERES AL BORDE…
Dos mujeres jugaban golf en una mañana soleada. De pronto vieron con horror como la pelota se dirigía directamente hacia unos hombres que jugaban en el siguiente hoyo. La pelota golpeó a uno de los hombres, quien de inmediato juntó ambas manos en su entrepierna, y cayó al suelo rodando y gimiendo lastimosamente. Las mujeres corrieron hasta donde estaba el hombre.

Una de ellas, sintiéndose culpable, dijo: "Por favor, déjeme ayudarlo. Soy quiropráctica y sé como quitarle el dolor si usted me lo permite.""Ouch, auuuu, noooo. Estaré bien… el dolor se me pasara en unos minutos", contestó el hombre, mientras permanecía en posición fetal, tirado en el césped y con las manos en su entrepierna. Ella insistió hasta que finalmente él le permitió ayudarlo; ella gentilmente le separó las manos y lo acostó a su lado, le desabrochó los pantalones, puso sus manos dentro y comenzó a masajear."Se siente bien?" preguntó la dama."¡Me siento fantástico!" contestó el hombre, "pero el dedo me sigue doliendo…"

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