“En dos años me las vas a pagar”.
Esas fueron las palabras amenazantes del ex presidente municipal, Enrique Doger, al dueño del diario Intolerancia, Rodrigo López Sainz.
Ocurrió el viernes de pascua.
Muy temprano, Rodrigo recibió una llamada del ex director de Comunicación Social, Raymundo Vega y Crespo, con quien mantiene una relación inmejorable.
“Mi señor, el doctor Enrique Doger quiere tomarse un café contigo; dónde andas”.
En mi oficina, respondió el empresario periodístico, quien le sugirió por qué mejor no ir a las nuevas oficinas de Doger en la colonia La Paz, donde precisamente se localiza la sede del periódico Intolerancia.
Tras un frío saludo, el ex alcalde se lanzó con todo. Se quejó del trato editorial que recibe del periódico y le exigió en tono más que amenazante: “Dile a Núñez (Enrique, director editorial y columnista de Intolerancia) que le baje porque se pasó de huevos”.
Ante la transformación iracunda del ex edil poblano, López Sainz le dijo se reparos: “Si tienes tú huevos mejor háblale y pídeselo tú”.
Pero tú eres el dueño, gritaba Doger.
Rodrigo jamás se dejó y le aclaró que la política editorial del diario la respetaba y que era un asunto de Núñez.
Desdibujado, Doger le advirtió que estaba cansado de presuntas campañas en su contra, que seguramente me las mandan de Casa Aguayo.
Rodrigo le dejó en claro que la política editorial la fijaba Intolerancia.
De pronto, el ex presidente municipal de Puebla lo amenazó, pues a la chingada, “en dos años me las vas a pagar”.
López Sainz frente a la intolerancia dogerista se retiró.
Más tarde, un apenado Vega y Crespo se comunicó con Rodrigo para ofrecerle una disculpa. “Hasta a mí me sorprendió”, le dijo.
Lo mismo hizo otro dogerista: Javier Casique, amigo del López Sainz.
Qué le parece.