El festejo fue en grande, muchos fueron los concurrentes y enormes las vanidades, evidente la gran ausencia, inmenso el peso de los que no llegaron.
Atinada la ausencia de discursos, clara intención en la lista de convidados. Ese era el discurso, eso deseaba expresarse “un gran poder de convocatoria”.
Francisco Fraile García, Ángel Alonso Díaz Caneja, Toño Sánchez Díaz de Rivera, el Mosco Díaz García, Alfonso Bello, Guillermo Velásquez, Eduardo Rivera, El Huevo Guevara, Jaime Zurita, Gabriel Balandra, Jorge Elingher, Víctor Palacios, Felipe Mojarro, Manuel Beristáin Gómez, Carlos Ortiz Rosas, Augusta Valentina Díaz de Rivera, Myriam Arabián, Pedro Gutiérrez, Luis Olmos, Patricia Hidalgo, Luana Amador Vallejo, Bernardo Arrubarrena, Omar Coyópol, Aldo de la Barreda, Luis Contreras, Leo Anieles, Carlos Albicker, entre los muy distinguidos e influyentísimos panistas que acudieron al convite.
Desde la casona de Xicotencatl llegaron: Humberto Andrade, Alejandro Zapata Perogordo, Eugenio Govea Arcos y Rafael Díaz Ochoa. No había gentuza del interior del estado.
Entre los priistas asistentes estuvieron: Enrique y Pepe Doger, Javier Casique, Humberto Vázquez Arroyo, Agustin Valerdi. Nadie de la burbuja marinista, ni la señora alcaldesa. Algunos legisladores federales como Amira Griselda Gómez y Francisco Vieyra Arroyo.
De los medios de comunicación se contó a: Enrique Montero Ponce, Iván Mercado, Rodolfo Ruiz, Erika Rivero, Ricardo Morales, Juan Pablo Proal, Carlos Macías, Arturo Rueda, Mario Alberto Mejía, Zeus Munive, Fabián Gómez.
El glamour y el Bronx esparcidos entre todas las mesas en las que se notó la ausencia de empre$$$arios.
El personaje mas asediado por la prensa, sin duda lo fue quien parecía ser el festejado: Rafael Moreno Valle y entre los priistas el mas solicitado fue Enrique Doger, quien estuvo acompañado en su mesa por Arturo Rueda, Mario Alberto Mejía y el regidor Humberto Vázquez Arroyo.
Todos esperaban entre whiskies, tequilas, cubas, vino y cognacs, la llegada de Germán Martínez Cázares, presidente del CEN del PAN y también la de Santiago Creel Miranda, coordinador de la fracción panista en el Senado de la República.
Entre la raza se chismeaba que incluso llegaría Manlio Fabio Beltrones.
Pero quienes dejarían fuera de toda duda la “fuerza” del anfitrión, ¡no llegaron…!
Ciertamente hubo mesura en la planificación del evento. No fue -como muchos ingenuos especulaban- un grotesco destape plagado de cursis discursos en los que se ensalzaran las virtudes y méritos del festejado. Eso dejó ver el colmillo, pero también fue ocasión para mesurar las garras del Tigre.
Lo que debió ser un zarpazo, no pasó de arañazo.
La “élite” panista ahí congregada pudo constatar como era Moreno Valle quien generaba las verdaderas expectativas y no el Tigre.
Los medios ponderaron la categoría y la influencia de quiénes son presentados como soporte y aliento de la garra del Tigre: el Mosco, el Caballo, la Changa, el Huevo, Gabriel Balandra, desde luego coordinados por un yuppie en ciernes: Pedro Gutiérrez.
Ellos son el equipo encargado de hacer candidato primero y luego gobernador, al senador de las cuatro décadas y media, en las que habrá aprendido a mesurar a la gente de su equipo como para que no se repita lo que sucedió con Creel.
La ausencia más señalada, la de Germán Martínez, dejó ver la renuencia del presidente del PAN a chancear con lo más granado del yunquismo, con los íntimos del Tigre… y eso que le dijeron que no asistiría Jorge Ocejo.