En la lucha histórica de las mujeres por lograr un ingreso económico propio, las primeras lavanderas que surgieron casi a la par con la ciudad de Puebla, merecen un lugar especial. Desalojadas y despreciadas por afear el entorno urbano y contaminar el agua, se convirtieron en ejemplo de las primeras luchas que no son por el voto, sino por la demanda de servicios.