No, seguramente no los verá en la próxima administración municipal, pero créame que ahí estarán.
Sus caras estarán alejadas de la cobertura mediática, de la foto de relumbrón y de la declaratitis que contagia a la gran mayoría de los servidores públicos, pero su labor será fundamental en el desempeño del nuevo gobierno capitalino.
Algunos los llaman “las caras ocultas del poder”, otros se refieren a ellos como “las manos que mecen la cuna”.
Existen detrás de cada gobernante y cada una de sus acciones se vuelve fundamental en la toma de decisiones, en la determinación de estrategias y en el manejo de crisis.
Sí, en los hechos son el verdadero poder tras el trono.
En el caso de la presidenta municipal electa de Puebla no hay que buscar mucho para encontrarlos.
Han estado cerca de Blanca Alcalá por años, cada uno ha sido su mentor y ahora que a la alumna le ha llegado la hora de demostrar de qué está hecha realmente, harán todo lo posible porque la prueba resulte superada.
Claro que, si de paso pueden beneficiarse en lo personal, que no le quepa la menor duda de que intentarán maximizar ese beneficio.
No cabe duda que el hombre tras las decisiones de tipo político que tome la Señora Presidenta se llama Jorge Estefan Chidiac.
El ahora presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso de la Unión será fundamental en el siempre complicado proceso de negociación política de los ayuntamientos con el gobierno federal.
Las buenas relaciones del poblano con el actual gobierno de Felipe Calderón- al grado de que el priista se ha convertido en el principal defensor de la política económica del presidente de la República- serán fundamentales para garantizar que las participaciones municipales para la capital fluyan sin contratiempos.
Y eso, más que un asunto de tipo económico se arregla con buenas maneras en el arte de la política.
¿Y qué gana Estefan?
Muy simple: construir desde ahí los amarres necesarios para perfilar su proyecto político personal que no es otra cosa que convertirse en el próximo gobernador del estado.
Otra mano detrás de la cuna, pero esta en el tema de la seguridad será la de Eduardo Barclay, Secretario Técnico del Consejo de Seguridad Pública Estatal en tiempos de ¿de quién va a ser? pues de Manuel Bartlett Díaz.
Este hombre, experto en el tema, será quien defina las estrategias para mantener a raya a las mafias que controlan a los grupos delincuenciales en la capital, muchas de ellas inclusive ligadas a grupos políticos, e intentar por lo menos vender que se están haciendo bien las cosas en un asunto que se ha convertido en la principal preocupación de los habitantes de esta ciudad.
Aunque Barclay pasó la mayor parte de su tiempo en el Bar del hotel Camino Real, cuando tuvo en sus manos el Consejo tuvo la oportunidad de conocer quiénes son las cabezas de estas mafias, bajo qué lógica se mueven y cómo negociar con ellas.
¿Qué no?
¿A poco cree que realmente los gobierno, de cualquier nivel o partido combaten frontalmente a la delincuencia tal y como lo manejan en el discurso?
Por favor.
La próxima administración municipal no será la excepción.
En el tema económico ayer le comenté la inminente designación de Mauro Uscanga como Tesorero de Blanca Alcalá y el tipo de modelo de administración de los recursos que seguramente se aplicará en todo el trienio.
En este contexto no es difícil adivinar que será José Luis Flores quien realmente determine los lineamientos generales a seguir.
Socio de Uscanga en “Asesores Globales”, despacho ubicado en la ciudad de México en donde se generan recomendaciones a los gobiernos sobre políticas públicas en materia económica, Flores tendrá ahora completa libertad para decidir qué hacer y qué no en el manejo de las arcas de la ciudad.
Si bien el ex Secretario de Finanzas aún deshoja la margarita sobre su participación directa en el organigrama municipal, es muy probable que al final opte por una posición detrás del telón.
Y es que estos hombres, los tres, le serán mucho más útiles a Blanca afuera que adentro.
Mucho más.
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