No nos miramos apenas, nuestros ojos se encontraron y Aura supo que mirabas y siguió dejándose de ser enculada. La tengo muy emputecida, pero solo para mi reserva, y en ti hubo una transformación y un asentimiento. TE turbaste "te llenaste de sobre-entendimientos y presentimientos de ser ella (tu)". NO entraste y siguieron unos días hasta que me buscaste, decidida para hablar. TE reprendiste, resististe y acabaste acariciándote varias noches, pensando en aquel encuentro…. Y no pudiste resistir a catar de lo que a Aura le estaba sucediendo y de lo daría por venir a sentirlo tú.
Las circunstancias no se busca, surgen e irreflexivamente o con certeza saltan los muros de otras personas que se interponen. Cada vez me mirabas más, tus palabras orean más melosas y prolongabas los encuentros "casuales" temporalmente, para decir verdad buscabas arrimarnos, con el simple hecho de estar en ciertos casos que se retrasaba tu hermana e insinuabas y dabas a entender. Y quedamos, para algo más y tomamos y bailamos y fuimos infieles primero suavemente, algunos roces, unos besos suaves, luego más profundos (a la semana de citas, clandestinas).
El siguiente paso fue quedar en mi estudio, y acabar mamándome mi pene como un helado, como una barra; mientras te enchulaba con los dedos. Luego una larga cogida, pero lo que te daba más morbo era la enculada con dedos y mordiendo uno mano de mortero, mi cinturón o el porta llaves de cuero, o bien tu mismo bolso. TE ponía tremenda y alegaste dejar a tu chico y pedirme con derechos y si se piden se toman, egoístamente.
Más nosotros hemos agregado a tu hermana, a los encuentros. Esporádicamente, en presencia, pero le gusta sentirse emputecida, igual que tu. Ella entro y te pillo esa tarde de jueves. Con tu pantalón bajado y el jersey subido, sujetador abierto y tomando pene por ano, egoísta y amorosamente, cada independiente del otro actuó.
Solo que ella entro y se acomodo en el sillón y empezó a tocarse, a nuestra vista, y nosotros a la suya. Vio como saque la polla babosa de tu ano y te la coloqué en tu virguito (casi lo eres por delante, estrecha y poco tomada). Y Así te acabaste y ella se acabó con el morbazo. YO me vine dos veces, esa contigo y otra en ala boca de ella. Soy mejores hermanas y novias del mismo hombre… Prestancia y proximidad cómplice y atracción de familia, son formas de amar, que juntan y confirman… lo real y dan estabilidad y renovación, atracción y deseo de adentrarse en los abismos del propio cuerpo los que toma el cuerpo y pensamientos de la propia hermana (cómplice y rival), consentidamente…, son abstracciones de amor hechas realidad).
Y la historia de amor, a tres bandas sigue por seis meses. Con precariedad y menormente con fuerzas competitivas, de que quien más ama más da; es decir tú… Lidia, que dejaste a tu chico. Irrepetiblemente nueva, mi necesidad por ambas crece y el ansia amor, es ahora ya…cosa de tres ahora.