Por Alejandro Mondragón
El alumno superó al maestro.
“Ricardo Anaya es hechura de Moreno Valle”, presumían a la menor provocación los operadores del #GóberBala cuando el hoy candidato presidencial del Frente Ciudadano por México peleaba por la dirigencia nacional del PAN.
“Anaya hará lo que yo le diga”, decía el propio Rafael Moreno Valle, quien el jueves por la noche salió echando pestes de una reunión con Anaya, a quien amenazó por negarle ser el Gran Elector en Puebla y ser exhibido por sus traiciones en Coahuila y el Estado de México en los pasados comicios locales.
Anaya para doblegar y derrotar, sin aniquilar, a Moreno Valle tuvo que convertirse en él: autoritario, gandalla, torcedor de estatutos y reglas del PAN para despojar a todos de la candidatura presidencial.
El Frente Ciudadano por México se confeccionó como traje a la medida de Anaya. El sastre y cliente eran uno solo: el propio Ricardo.
Margarita Zavala tuvo más dignidad. Renunció al partido, mientras que Moreno Valle sólo azotó la puerta.
Anaya hizo lo que Moreno Valle ha hecho en Puebla: su regalada gana con el partido. Quien las hace, no las consiente.
Ricardo ya es el candidato. El mismo que Moreno Valle presumía haber impuesto en el partido para favorecerlo en el 2018.
Anaya traicionó a todos, los engañó con la verdad, usó la estructura del partido para ser, manejó a su antojo los spots, se burló de sus opositores y se salió con la suya. Igualito que Rafael en Puebla.
Moreno Valle no es candidato por una simple razón: jamás puso como el enemigo a vencer a Peña Nieto y al PRI. Nunca se planteó sacar al tricolor de Los Pinos, cosa que sí hizo Anaya.
Ricardo se peleó con Peña, mientras Rafael era recibido en la residencia oficial de Los Pinos para analizar “el futuro de México”.
A Moreno Valle, acostumbrado a cooptar a sus aliados, le salió alguien con mejor cartera: Anaya. Sí, Ricardo le ofreció lo que quiso a Dante Delgado, a Miguel Mancera, a Los Chuchos, a Los Galileos, a los Yunquistas, a las estructura del partido, con tal de ser el candidato presidencial del Frente.
Ricardo tan ambicioso como Rafael. El alumno superó al maestro.