Por Alejandro Mondragón
El ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle ya juega su última carta, cuyo desenlace cree –ahora- será quedarse con el PAN y empujar a Miguel Mancera como el candidato del Frente Ciudadano por México.
Ya se sabe que el propósito de publicitar aquella reunión en Polanco con Margarita Zavala y Mancera no era, otra cosa, más que crear un Frente contra Anaya desde el PRD y el ala independiente.
Todos deberían saber, sin embargo, que el target de Moreno Valle es allanar el camino y ayudar a su amigo y aliado, José Antonio Meade.
Moreno Valle apareció en la reunión de respaldo de todas las tribus perredistas a favor de Mancera. Su operador Luis Maldonado Venegas, el diputado federal del PRD, le sirvió para convencer a Los Galileos y Chuchos que la única opción perredista era el jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
La jugada es clara. Empujar a Mancera como una carta para que Ricardo Anaya se enfrente a él y entonces echarle el aparato para descarrilarlo y dejarlo sin el control del PAN.
Aquí jugará un papel clave Dante Delgado del Movimiento Ciudadano, porque ante la polarización que representa Anaya para el Frente empujaría entonces por la opción de Moreno Valle. Como tercero en discordia.
Eso quiso hacer con el Panal, pero Anaya se dio cuenta y le cerró las puertas a su líder Luis Castro, quien ya tenía su propuesta para el 2018: Moreno Valle. Ese plan fracasó.
De hecho, el ex gobernador poblano de inmediato salió a felicitar a Mancera para presumir, lo que falta en el PAN, la unidad de Sol Azteca.
El punto ahora es poner más que competitivo a Moreno Valle, no ante López Obrador o Meade, sino frente a Anaya.
Tres encuestadoras cercanas al morenovallismo: SDP Noticias, Buendía Laredo de El Universal y Parametría han entrado a la guerra de los sondeos para posicionar como carta competitiva a Moreno Valle, luego de que el diario Reforma lo pusiera sin opciones. Sin posibilidades ante Anaya, quien se mantendría como la mejor carta del Frente.
Y es que en Los Pinos y los círculos de poder queda claro que la contienda será entre dos: López Obrador y Ricardo Anaya si va por el Frente Ciudadano.
Ello prendió los focos rojos en Los Pinos, porque cualquier escenario sería demoledor para el peor año de todo sexenio: el séptimo.
López Obrador o Anaya sí meterían a la cárcel a toda la fauna priista y topos en los estados, de ahí el esfuerzo por inflar a Meade y colocar en el imaginario colectivo que sería la única carta para ganarle al líder de Morena.
La encuesta de Reforma les echó a perder la fiesta, por eso ahora viene el plan para aniquilar a Anaya, donde juega Moreno Valle un papel clave, en clara alianza con su nuevo candidato: Mancera, quien si se apendeja se lo chinga.
Es su naturaleza.
Pero también hay que reconocer que ese cabrón poblano es un hueso muy duro que roer.
Este viernes se agotan los plazos políticos. Vence el ultimátum de Movimiento Ciudadano, la necedad de Anaya, la ingenuidad de Mancera y el inicio de la traición de Moreno Valle.