20-04-2024 11:01:40 AM

Priistas y patiños

Por Alejandro Mondragón

 

Los priistas poblanos ya se volvieron a engallar. Ahora sí creen que regresarán al poder en Puebla.

 

Vergüenza deberían de tener, porque lo único que han hecho es convertirse en patiños del morenovallismo.

 

Dos datos duros que confirma su realidad:

 

1.- El líder priista con el que inició el sexenio de Moreno Valle desde la oposición, Fernando Morales Martínez, acabó como empleado del morenovallismo: subsecretario y ahora líder de Movimiento Ciudadano, al servicio del ex gobernador.

 

2.- El dirigente tricolor con el Puebla sigue, el morenovallismo pues, es concuño del gobernador actual Antonio Gali: Jorge Estefan Chidiac.

 

Pobres priistas, porque su tragedia no acaba aquí: el presidente Enrique Peña Nieto y sus principales integrantes del gabinete se han encargado de hundir más al PRI, con esos de sus acuerdos coyunturales con Moreno Valle.

 

Sólo en época electoral, los priistas se sienten oposición. Patalean, pero cuando concluye el proceso regresan al redil.

 

Ningún liderazgo, senadoras, diputados federales, legisladores locales o presidentes municipales es capaz de asumir una posición crítica.

 

El PRI abdicó a su derecho de ser oposición.

 

Por eso, Moreno Valle trata a los priistas como perros callejeros. En cuanto empiezan a ladrar les arroja un periodicazo o telefonazo.

 

La mínima crítica a la gestión morenovallista ha formulado el líder nacional Enrique Ochoa. El góber de Puebla es intocable.

 

Si Moreno Valle fuera priista, no que se comporte como tal, hoy serían sin dudarlo el candidato natural del PRI y de Peña Nieto en el 2018.

 

Los delegados priistas son peor que un cero a la izquierda. Los secretarios federales no se cansan de alabar al morenovallismo.

 

Y ahora con Tony Gali, Hacienda le otorgó un presupuesto histórico.

 

Moreno Valle supo ofrecer negocios a los priistas que les interesa el dinero, a los aliados tricolores abrir oportunidades para sus familias, pero quienes se ponen al brinco nada como el desprecio o un buen chingadazo mediático.

 

Peña Nieto lo protege hasta de los priistas poblanos.

 

A César Camacho siempre le pidió mesura contra Moreno Valle y a Manlio Fabio Beltrones le mandó a prohibir ataques electorales en 2016.

 

Y es que Moreno Valle le resulta útil. Eficaz en las tareas encomendadas. Jamás le dice no, menos le entrega malos resultados. Le cumple.

 

Y es que le da al gobernador toda la impunidad necesaria para hacer y deshacer, incluso aniquilar poco a poquito al PRI.

 

Ahora que nos explique, el líder nacional del tricolor, Enrique Ochoa, ¿quién es el pendejo?

 

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