Por Alejandro Mondragón
En la Comisión Permanente del PAN quedó claro, durante su última sesión, que el ex gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, no quiere terminar como la Josefina Vázquez Mota en el 2018.
Es decir, acabar en cuarto lugar de las preferencias electorales en el Estado de México, por lo que no jugaría en una interna del PAN si fracasa el frente amplio opositor al PRI.
Moreno Valle esperará hasta el último segundo del 13 de noviembre del 2017, fecha fatal para registro de coaliciones electorales ante el INE. Si se formaliza la alianza, entonces le entra al juego, de lo contrario se bajará de la contienda política por la presidencia del 2018.
Primero el frente opositor, luego candidatura. Así de simple y complicado a la vez.
Aunque el morenovallismo vende la idea que bajarse de la contienda panista si no hay coalición opositora es para no acabar como Vázquez Mota, en realidad es porque tampoco le alcanzan las canicas para competir en una contienda interna ante Zavala y Anaya.
La suma del PAN al frente opositor anula las reglas internas del partido, lo que amplía sus posibilidades de jugar ante la candidata que lleva ventaja, Margarita Zavala; y el abanderado de clóset que tiene la burocracia blanquiazul: Ricardo Anaya.
La alianza le permite a Moreno Valle eludir estructura y un Magazo, al estilo Fox al interior del PAN, pues plantea opciones de sumar perredistas, panalistas, petistas, verde ecologistas, una fracción de priistas, peñistas y del movimiento ciudadano.
La Comisión Permanente del PAN avaló la alianza opositora, lo que le manda la señal a Moreno Valle que el encargado de manejarla será Ricardo Anaya para él.
PRD QUITA VETO A MORENO VALLE
En tanto, el PRD ayer domingo también resolvió construir un frente amplio opositor para el 2018, y quitó el veto que como dirigencia había impuesto a Moreno Valle en 2016 para rechazar su alianza por la gubernatura con Tony Gali.
La lideresa Alejandra Barrales fue muy clara este domingo: el PRD irá sin problemas con los panistas Anaya, Zavala y Moreno Valle… igual que con López Obrador.
Del arranque del proceso electoral, el 10 de septiembre, hasta el cierre del plazo para registrar coaliciones partidistas ante el INE, 13 de noviembre del 2017, será el tiempo que tendrá Moreno Valle para construir su proyecto aliacista, al margen de encuestas, estatutos y espectaculares.
La candidatura opositora nacerá en la mesa de las negociaciones políticas de los liderazgos partidistas, lo que implicará para Moreno Valle dejar el traje de GóberBala, los espectaculares, el helicóptero y toda la parafernalia que lo rodea, porque la clave de esta historia será sumar para multiplicar.
Sumar a todos es la nueva meta de Moreno Valle en 64 días. Hasta su peor enemigo hoy le servirá.
En el papel hay voluntad para el frente opositor, falta ver qué opina Peña Nieto, ¿jugará con dos candidatos el del PRI y el de la alianza para detener a López Obrador o creerá tener la fuerza suficiente para ir sólo con alguien de Los Pinos?
Eso sí, Moreno Valle fuera de la contienda presidencial significaría tenerlo de tiempo completo en Puebla, como el Gran Elector. Claro, si sale de candidato también, faltaba más.
