16-04-2024 03:34:47 PM

Puebla comprometida en 2018

Por Jesús Manuel Hernández

Algunos acontecimientos sucedidos los últimos días y la valiosa interpretación de Valentín Varillas en su columna “La Tempestad” del martes 30 de mayo, llevan al reportero a especular con alta probabilidad de acierto que la elección de Puebla para el 2018 está comprometida, dialogada, acordada, negociada, entre el grupo presidencial de Peña Nieto y el morenovallismo.

Sabida es la íntima relación entre el equipo de Rosario Robles y el ex gobernador.

Conocidos son los nexos entre Juan Carlos Lastiri y el equipo de empresarios locales favorecidos por el ex gobernador y aspirante presidencial.

Mucho se ha sabido de la complicidad en varias acciones entre Peña Nieto y Moreno Valle, que pasaron por las maletas en efectivo para el respaldo de la campaña presidencial, la traición a Josefina Vázquez Mota, el respaldo de obras públicas innecesarias, pero siempre financiadas por el gobierno federal o los PPS para a su vez beneficiar a las constructoras favoritas del gobierno federal.

Peña Nieto y Moreno Valle se han vestido por cuatro años con el mismo sastre.

Este domingo fue suspendido el destape de Lastiri en aras de no manchar la elección del Estado de México, el evento se frustró, los operadores fueron avisados apenas el miércoles por la mañana.

Sabido es que Lastiri Quirós había enviado mensajes a uno de sus adversarios dentro del PRI para pedirle que fueran en fórmula y de esa forma hacer un frente común, pero el elegido lo habría rechazado.

Sabido es que Blanca Alcalá no quiso prestarse de nuevo al contubernio y prefirió el servicio exterior, pero bendijo la llegada de su asesor estrella.

Súmese la nueva actividad del ex gobernador Morales Flores en esos mismos rubros y su compadrazgo con el hoy diputado federal.

Y anótese la predicción de Valentín Varillas de una dupla por Puebla, Lastiri y Giorgana, gobernador y presidente municipal de la capital, lo que vendría a comprobar nuevamente el contubernio de las fuerzas federales y estatales para eliminar al panismo y los grupos emergentes.

Giorgana ya fue probado por el morenovallismo en su papel de coordinador de legisladores tricolores en Puebla, él avaló la Ley Bala, también fue caja de resonancia de las decisiones que impuso el gobernador. Junto con Lastiri forman una pareja ideal para seguir cubriéndole las espaladas al 01 que se fue.

La información no tiene desperdicio y si a eso le suma usted que los ataques contra Luis Banck por sus giras al interior del estado, vienen del núcleo morenovallista y la campaña de desprecio contra Alejandro Armenta Mier por abandonar al PRI, entonces, en este juego asoma la cabeza el contubernio.

Mantener el poder, no importa con qué partido, no importa con qué ideología, el asunto es mantener el “punto de venta”, como diría otro de los implicados en esta maniobra que podría verse truncada si los resultados del próximo domingo anulan la fuerza del presidente Peña Nieto. Ojalá gane Morena en el Estado de México, con eso el futuro de Puebla podría relanzarse.

O por lo menos, así me lo parece.

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