Por Alejandro Mondragón
¡Ni una más!, gritó Alfonso Esparza en su último informe de labores como rector de la BUAP, ante el gobernador Rafael Moreno Valle.
Y van una docena más asesinadas, entre ellas algunas universitarias.
¿Qué ha dicho o hecho el Tío Poncho?
Nada, callar.
El 19 de octubre, miles de mujeres, cientos de universitarias, marcharon por las calles de Puebla para exigir alto a los feminicidios.
Llegaron hasta la sede de la Fiscalía del Estado, donde repudiaron las agresiones. Nada. Ni se asomó.
El pasado domingo 27 de noviembre se realizó la Marcha de las Putas, donde oooootra vez el reclamo fue detener las agresiones. Nada. Esparza, agazapado.
Se cumplieron 60 años de la autonomía universitaria, en cuyo marco se registró un millonario recorte presupuestal para la BUAP en 2017. Esparza amagó y advirtió que tomaría las calles.
Pronto se acordó de los compromisos del gobernador Rafael Moreno Valle con el secretario de Hacienda, José Antonio Meade. Bajó la cabeza y se fue de lado.
Ya no habrá movilizaciones. Es Esparza en su tinta.
Falleció el comandante Fidel Castro, a quien la BUAP distinguió con un doctorado honoris causa, entregado en Cuba, donde el Palacio de Gobierno fue declarado sede del Consejo Universitario para que el líder cubano recibiera la nominación.
Eso fue en 1996, cuando Esparza formaba parte del séquito del poder de la BUAP. Acompañó al entonces rector José Doger a entregar el doctorado. Hasta una foto circula del hecho.
Ahora que murió Castro ni una palabra en sus redes sociales, tampoco algún homenaje. Nada, la BUAP cada vez se parece más a la Anáhuac, una institución al servicio del gobierno.
Si Luis Rivera Terrazas resucitara se volvería a morir.
Ese Esparza indigno quiere la reelección.
Ya le platicaré qué se mueve por debajo de la BUAP.
Se sorprenderá.
LEVANTÓN Y SECUESTRO
Es hijo de un estimado empresario, financiero e inmobiliario poblano al que levantaron y secuestraron este martes afuera de un Oxxo en Camino a Morillotla, en San Andrés Cholula, gobernada por el PAN y el inefable de Paisano.
Hay indignación entre las familias cercanas, porque las autoridades de Puebla sólo se ocupan por andar en campaña política. Cero resultados.
A plena luz del día levantaron al muchacho. Le decía hace unos días: es la peor transición sexenal en la historia de Puebla.
Como en el piñaolayismo que nos inundó de foráneos, los delincuentes andan cazando poblanos para extorsionar y secuestrar.
Cuide a su familia, hijos e hijas de estos jijos de la chingada.
