Por: Valentín Varillas
Lejos de causar molestia, en la presidencia de la República generó beneplácito el encuentro televisivo en donde Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle hicieron patentes sus aspiraciones presidenciales y Gustavo Madero se descartó de la contienda.
El principal y más influyente cliente comercial de la empresa Televisa, no hizo el menor esfuerzo por sabotear un acto de propaganda política, disfrazado de ejercicio periodístico, que sin duda fortalece a un partido que en teoría es un peligroso adversario del grupo en el poder para la elección del 2018.
Al contrario.
En Los Pinos dejaron hacer y dejaron pasar alegremente, sin poner la menor objeción.
El programa de Loret fue ampliamente publicitado en medios impresos y redes sociales antes, durante y después de su transmisión, convirtiéndose así en el evento político más importante que se ha llevado a cabo hasta el momento en la coyuntura de la próxima elección federal.
En términos de su contenido, de no ser por una modesta crítica de Madero a la política priista, el presidente y su partido salieron inmunes de un experimento que pudiera haber sido catastrófico para los intereses oficiales.
El destape de dos presidenciables de un partido opositor, sin golpear a Peña y al PRI, cuando por sus bajos niveles de popularidad y confianza hubieran podido sacar un importante beneficio electoral, suena por lo menos sospechoso.
Y es que, el objetivo de los obuses blanquiazules fue -convenientemente para el presidente- Ricardo Anaya, el panista más reacio a amarrar un acuerdo de beneficio mutuo con el grupo en el poder de cara al 2018.
Con Margarita y Moreno Valle, por el contrario, ya hay camino andado.
Calderón pactó con Peña y su grupo entregarle la presidencia al PRI, a cambio de impunidad para los suyos y de impedir que López Obrador ganara la elección 2012.
Moreno Valle, por su parte, se ha convertido en uno de los mejores y más efectivos aliados de Peña.
En lo político, apoyando hasta las más polémicas e impopulares medidas impulsadas desde Los Pinos y en lo económico, repartiendo los más atractivos negocios públicos a los socios y amigos del presidente.
Con Margarita o Rafael, la tranquilidad e impunidad oficiales están garantizadas.
Por eso había que fortalecerlos, darles reflectores y promoverlos en cadena nacional.
El noticiero del jueves pasado es la prueba más fehaciente de que el frente anti-AMLO ha empezado a operar, que va en serio y que sus miembros echarán toda la carne al asador en aras de abortar la tercera calentura presidencial del tabasqueño.
Las nomenclaturas -política y económica del país- se sienten en riesgo, otra vez.
Los números
Un día después del destape, la encuesta.
Rápido, Mitofsky y El Economista pusieron a Margarita Zavala como la puntera, en los careos ensayados con otros candidatos.
En todos los escenarios derrota a López Obrador y al PRI.
Dentro del PAN, la esposa del ex-presidente Calderón tiene el 64.5% de las preferencias de la militancia.
Anaya está en segundo con 18.4% y Moreno Valle en tercero con 7.7%.
Al final, la frialdad de los números orientará a Los Pinos sobre con cuál grupo negociar.