21-11-2024 09:45:04 AM

Blanca ¿gobernadora?

Por: Valentín Varillas

Planteemos escenarios.

Total, se trata del deporte nacional por excelencia en tiempos electorales.

Supongamos que, para efectos de esta columna, Blanca Alcalá hace la hombrada y derrota electoralmente al morenovallismo, ese ogro filantrópico tropical, que hasta en sus estertores presume de ser infalible, todopoderoso e invencible.

Que muta de mortal a heroína por recuperar para el PRI Casa Puebla y deja su marca en la historia al convertirse en la primera mujer en gobernar el estado.

Es lógico suponer que, si en este ejercicio de ficción Blanca ganó la lección, fue porque supo llevar a buen puerto una efectiva campaña de contraste en contra del gobernador Rafael Moreno Valle, de su manera de ejercer el poder, pero sobre todo, repudiando las acciones de gobierno que ha llevado a cabo a lo largo de su sexenio.

Es evidente también que esta campaña habría prometido, además de no cometer los mismos “errores” o caer en similares abusos, echar para atrás leyes, reglamentos, decretos, acuerdos y políticas públicas aprobadas en contra de los intereses y derechos de los poblanos.

La mala noticia es que, si efectivamente Alcalá gana el proceso electoral, no podrá cumplirle a los poblanos.

Y no precisamente por falta de voluntad.

blancaDesde el inicio de su administración y con la descarada complicidad del priismo poblano, Moreno Valle echó a andar una efectiva estrategia para trascender más allá del plazo constitucional de su mandato y seguir teniendo una influencia inmensa en el manejo y operación de las instituciones y poderes del estado.

En este contexto, la priista sería, simple y sencillamente, la mandataria más maniatada de la historia.

O mejor dicho, la primera en donde su palabra no será la ley.

De entrada, Blanca tendrá que coexistir con un congreso mayoritariamente opositor y absolutamente morenovallista.

¿Cambios radicales en cuestiones como la privatización del agua, la fotomulta o bien en los mecanismos financieros aprobados para garantizar el pago de obras realizadas a través del polémico esquema de PPS?

Sí, como no.

Si le va bien, podrá apenas lograr cabildear que le aprueben un presupuesto estatal digno para más o menos sortear las necesidades prioritarias de su gobierno.

Olvídese de alguna iniciativa personal espectacular, que le ponga el sello particular a su administración.

¿Quién revisará las cuentas públicas de la gobernadora?

Una Auditoría Superior del Estado que está y estará en manos de David Villanueva -incondicional a muerte de Rafael-, más allá del período de Alcalá.

Lejos de que la gobernadora pudiera utilizar el tema de las cuentas públicas como garrote político en aras de afianzar su poder y garantizar lealtades, ella podría ser la víctima que tendrían a fuego lento si no se alinea o pretende rebelarse contra los intereses de Moreno Valle.

Los sistemas de procuración y administración de justicia, seguirán también en manos del actual gobernador más allá de su sexenio.

Un fiscal estatal que tiene siete años más de vida en el servicio público poblano para proteger a como dé lugar a quienes lo pusieron y eternizaron en el cargo.

¿Quiere ver a un morenovallista en la cárcel dentro de un año?

Espere sentado.

Víctor Carrancá se morirá en la línea por Rafael y no le importará enfrentar a Blanca, por más gobernadora que sea.

¿Piensa usted que los actuales presos políticos que hay en Puebla saldrán de la cárcel cuando se vaya su verdugo?

Piénselo dos veces.

Desde el primer día de su gobierno, Moreno Valle operó un ambicioso proceso de renovación de jueces y magistrados para asumir el control total de un poder que, en teoría, tendría que ser independiente y contrapeso del ejecutivo.

Están ahí para y por Rafael y a él se deben, nada más.

La reciente reelección de Roberto Flores Toledano al frente del Tribunal es la auténtica cereza del pastel de la maniobra.

La cacería judicial en contra de los “enemigos” de Moreno Valle seguirá, aunque él ya no sea gobernador.

Y Alcalá no podrá hacer nada para evitarlo.

¿Y entonces?

¿Si gana Blanca, realmente podrá gobernar?

¿Algo cambiaría?

abajovale

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