Por: Alejandro Mondragón
Los topos llegaron con Blanca Alcalá.
Y llegaron bailando cha cha chá.
Vaya usted a saber si por ingenuidad de la priista o de plano algunos morenovallistas ven que el barco de Tony Gali se está hundiendo.
Resulta que en las últimas reuniones de la senadora Blanca Alcalá para definir a su equipo de trabajo para la candidatura priista ya se apareció Rafael Quiroz, su primer director de medios en la alcaldía.
El punto es que Quiroz anda desde hace un par de años muy ligado a los intereses del grupo de operadores de medios de Tony Gali.
Y como tal, forma parte de una nueva casa encuestadora al servicio del candidato del PAN a la minigubernatura, pero que también se puso a las ordenes de la virtual abanderada del PRI.
Puto descaro.
Esos son negocios con ganancias seguras. Los abogados le llaman prevaricato, los académicos falta de ética, yo digo que son chingaderas eso de servir a dos contendientes.
Lo que midan de Blanca lo sabrá Gali y viceversa.
En el proyecto aparece el dinero del inefable José Hanan, marinista converso a morenovallista. Galista de día, blanquista de noche y de madrugada dogerista.
Y hará las mediciones David Mendoza, a quien una grabación lo exhibe como lo que es.
Ejemplos como éste se repetirán. Hasta unas semanas le juraban amor a Gali, pero ahora se han metido a la estructura de campaña de Alcalá.
Pero qué se puede esperar de quien de lavar dinero en el sexenio marinista, ahora hace lo mismo en el morenovallismo (gasolineras, espectaculares, futbol, medios impresos, electrónicos, funerarias, pisos en nuevos edificios, centros comerciales y obra pública).
Es cierto que una cuarta parte de la estructura de decisiones en el municipio galista está en manos de operadores de Alcalá, pero al menos guarden las formas y, sobre todo, tengan decoro.
Por cierto, ¿ya sabrá Gali que el 01 manda a sus operadores a reunirse con el Príncipe de Chocolate?
Queeeeeeé cosas.
