28-03-2024 11:42:02 PM

Periodismo de posguerra. ¿La BBCo el ¡Hola!?

Por: Juan Manuel Mecinas

Ha habido alrededor de cien mil muertos como consecuencia de la guerra contra el narcotráfico en los últimos nueve años. La cifra es escalofriante y frívola, como cualquier cifra que muestra un número pero encierra una tragedia.

Entre los muertos hay periodistas, cuyo papel es fundamental en cualquier sistema democrático. La prensa es un actor importante en toda sociedad y en toda democracia, y es por eso que las muertes de quienes desarrollan una labor periodística son más sensibles. Es por eso que el editorial del periódico más importante del mundo, alertando sobre la incapacidad del Estado mexicano para proteger periodistas, es sintomático de la desazón que se percibe en el país. Es por eso que una carta abierta, firmada por periodistas, escritores y actores públicos internacionales, es de gran relevancia si insta al gobierno mexicano a cumplir con su labor: defender a sus ciudadanos y periodistas.

No obstante, la autocrítica es indispensable en esta vorágine. Los medios mexicanos parecen estar en una cómoda mediocridad –salvo brillantes excepciones– porque no están dispuestos a cuestionar al poder. El periodista se ha olvidado de preguntar e incomodar y esa actitud puede encontrar dos razones: la primera es que el poder lo seduzca o corrompa y la segunda es que tenga miedo por su fragilidad frente a ese poder. Mucho me temo que, en muchos casos, la seducción y la corrupción imperan.

Con las generalizaciones siempre molestas, habría que preguntar a los medios mexicanos por qué no cuestionan/incomodan al poder político, empresarial, sindical, burocrático, universitario y mediático. Una mirada a los diarios impresos, a los blogs, a los diarios digitales, basta para saber que los medios están preocupados por el rating, los visitantes a los portales, pero no por la calidad de sus contenidos. Su guión es, en general, el escarnio público, la pornografía barata y la publicidad de la banalidad.

Ese tipo de prensa tiene que cambiar después del dèjà vu autoritario que se vive en el país. El Estado mexicano está en su crisis más profunda desde hace más de veinte años y mediáticamente es necesario un viraje. El sistema se colapsa y más nos vale comenzar a discutir el país y la prensa que queremos porque el diagnóstico de los males es necesario, pero no es suficiente para se construya una prensa más profesional. Las coyunturas son siempre peligrosas y en materia periodística el riesgo es claro: la salida de la crisis puede conducir al periodista a desarrollar su labor como la BBC, pero también puede desembocar en la vulgaridad del¡Hola! Se trata de un reto que implica contar y develar verdades, por encima de las entrevistas a modo y las portadas con sonrisas tan perfectas como falsas.

abajomecinas

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