20-04-2024 01:33:39 AM

¿Por fin se dieron cuenta?

En un extraño y por demás sorpresivo arranque de autocrítica, el gobernador de Puebla, Mario Marín, recién llegado de España, declaró a la prensa que la representación del gobierno estatal en ese país “no había cumplido con los objetivos que se plantearon al momento de su creación”.

Vaya que se tardaron en asimilarlo.

Prácticamente desde el inicio de sus operaciones, Casa Puebla en Madrid fue un auténtico fiasco.

No podía ser de otra manera.

Y es que, lejos de servir como un enlace efectivo entre las necesidades de los poblanos y las alternativas de solución que ofrece su gobierno, en los hechos, esta oficina resultó el exilio dorado perfecto de personajes oscuros que inclusive tienen  cuentas pendientes con la justicia poblana.

Es el caso del patético Joaquín Gómez Garat.

El español se vendía en Madrid como la cara del gobierno de Puebla en España, una cara que por cierto, está más sucia que las riberas del Alseseca.

Y es que resulta increíble que un personaje de la calaña de Gómez Garat, que inclusive fue expulsado del país, haya sido relacionado con un gobierno que había emprendido una serie de acciones concretas para mejorar su imagen a todos los niveles, después del escándalo desatado por el caso Lydia Cacho.

Las transas de Gómez Garat son de todos conocidas, tal vez estaría de más recordarlas, pero tal parece que algunos funcionarios estatales sufrieron de un súbito ataque de amnesia al darle a este individuo una responsabilidad en esta instancia oficial del gobierno poblano.

Por eso no puede olvidarse que hace unos tres años en el juzgado primero de lo civil, donde a través de un proceso legal plagado de irregularidades, corruptelas y complicidades se adjudicó una bodega propiedad del industrial Alfonso Salcedo Esquivel.

Por eso vale la pena recordar las denuncias penales en su contra: la 641/2000/2ª de Bodegas Terry por el delito de fraude y los procesos mercantiles de los bancos por incumplimiento de pago: 686/95, 1134/95, 1257/95, 2182/95, 2233/95, 2291/95 y 409/98.

Por cierto, para justificar ante sus socios el faltante de este dinero, Gómez Garat jura y perjura que los recursos fueron a parar a la campaña del entonces candidato del PRI a la gubernatura de Puebla, Melquíades Morales Flores.

¿Será?

Por si fuera poco, ahora resulta que este español de cepa es un falsificador de documentos.

A pesar de haber nacido hace 83 años en Sanlucar de Barramea, provincia de Sevilla, para no tener ningún problema con su nacionalidad y poder operar sus “negocios” sin el menor obstáculo, con el apoyo de las autoridades de aquel estado se sacó de la manga un acta de nacimiento apócrifa que establece que Tepeyanco, Tlaxcala fue su lugar de nacimiento.

Detectada la irregularidad por el Instituto Nacional de Migración, las autoridades federales determinaron su expulsión inmediata del país, lo que al final resultó lo mejor que le podía pasar a Gómez Garat.

Y es que gracias a esto, pudo eludir la acción de la justicia mexicana y vivir cómodamente en Madrid, sin hacer nada, con un muy jugoso sueldo de 9 mil 766 euros mensuales con cargo a los contribuyentes poblanos.

Así como lo lee.

El “dream team” poblano en Madrid lo completaba Gabriela Cuevas Patiño, una ex funcionaria de la Secretaría de Finanzas del gobierno estatal, herencia del sexenio de Melquíades Morales y que salió por piernas de ahí, dicen los enterados, debido a una serie de muy escandalosos “problemas personales”.

Esta mujer, sin tener siquiera un titulo profesional o siquiera la menor experiencia en la operación de instancias oficiales en el extranjero, o en estrategias para atraer inversiones al estado, se llevaba cada mes, por concepto de sueldo, la cantidad de 4 mil 340 euros.

Así que, tan solo en los salarios de este par, el gobierno estatal gastaba más de 14 mil euros, sin contar el resto de los gastos que implicaba la operación de Casa Puebla-Madrid.

¿Y para qué?

¿Cuántos millones de euros se generaron en inversiones para Puebla?

¿Qué otro tipo de beneficios han habido para el estado gracias a la representación en España?

Mientras aquí Puebla, el gobierno estatal ha decidido poner en marcha un programa de ajuste en los gastos de algunas de sus dependencias, lo que implica reducciones de salarios, reasignaciones y hasta despidos de personal, en Madrid se gastaba a manos llenas para que dos auténticos parásitos sociales se dieran la gran vida.

Asqueroso ¿no?

 

latempestad@statuspuebla.com.mx

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